HISTORIAS DE 3 DOSHAS. VATA. PITTA. KAPHA

HISTORIAS DE 3 DOSHAS. VATA: ÉTER Y AIRE.

Su otro nombre es la creatividad. Habita el mundo de las ideas y le interesan poco las cosas prácticas de la vida material. Puede que tenga mil pestañas abiertas en su portátil, lea varios libros a la vez o tenga mil proyectos sin terminar. 

Su imaginación es poderosa, esté donde esté, se teletransporta a los mundos de fantasía. Habita su mundo interior, es capaz de convertir un pisito chico con dos plantas resecas en una jungla que guarda mil historias. Es imposible aburrirse con un Vata, si está en su equilibrio.

Sin embargo su cuerpo es frágil, como una orquídea bonita y sutil, pero indefensa frente a las corrientes del viento y el frío. La digestión de un Vata es cómo una pequeña llamita de fuego que necesita de muchos cuidados para no sufrir de gases e hinchazón, sequedad y frío, mucho frío. Su figura también suele ser fina y las articulaciones muy frágiles, cosa que Vata ignora a veces hasta que no le avisa el dolor por el exceso de actividades.

Las artes en toda su palestra habitan su piel. Los atardeceres y amaneceres están teñidos por los colores de sus sentimientos que son volátiles, como el viento. Al igual que cambia de lugares, viaja, conoce a gente nueva y se despide y se desapega con facilidad, tampoco es capaz de guardar rencores, no se suele quedar atascado en sus estados por mucho tiempo. 

Tiene el don de ver las conexiones sutiles entre todas las cosas. Se olvida de comer, dormir, ir al baño cuando está maravillado por algo. Es más, un Vata conectado con su esencia encuentra la magia en todo lo cotidiano.

La comunicación es su medio, las palabras son sus aliadas, se expresa como respira, describe con facilidad los matices más tenues. Un Vata conectado con su intuición capta las emociones de los demás, antes de ver sus caras.

Vata está muy abierto al mundo y a menudo no sabe poner límites a los demás para que no invadan su espacio personal. Ya que no está presente en su cuerpo, registra tarde cuando le empieza a afectar la actitud del otro. Después siente la necesidad de huir, esconderse del mundo en su cueva, puede sentirse muy expuesto.

Vata no siempre se da cuenta “dónde termino yo y empieza el otro”, se impregna de los sentimientos de los seres y ambientes que le rodean. Por eso le agotan mucho las aglomeraciones de gente y los centros comerciales. Tiene la mente abierta con la genuinidad de un niño que quiere descubrir el mundo y al estar tan curioso por conocer todo lo nuevo y ser tan permeable a las sensaciones sensoriales del mundo externo, a menudo “de repente” se le acaba la batería. 

Se ve obligado a menudo a cancelar sus planes, las reuniones de amigos y refugiarse en su “cueva” en silencio. Deseando compartir, pero sin energía de contestar siquiera a una llamada. El silencio, que algunos Vata evitan con su palabrería, en realidad es el pozo inagotable para su  vitalidad y sus ideas creativas.

La buena noticia es que Vata en equilibrio es capaz de reanimarse muy rápido.  En cuánto ve un nuevo amanecer, se entusiasma otra vez, admirando el juego de luces de un nuevo día.

¿Reconoces a alguién en esta descripción?

PITTA DOSHA: FUEGO Y AGUA

¿Quién no ha visto a una persona en manga corta y tan a gusto cuando todos los demás están tiritando de frío? ¡Fueguitos intensos, no aguantan estar demasiado tiempo en la playa un día soleado y peor aún, tumbados sin hacer nada!

Son personas de acción, lo de estar recopilando información mucho tiempo, sopesando lentamente las opciones no le va a Pitta, se lanza a hacer y muchas veces logra lo imposible, sin mirar el precio. Eso sí, le cuesta cambiar de rumbo y revisar sus objetivos cuando la situación cambia y requiere flexibilidad. 

“Lo que soy, me atrae” e incluso en el yoga Pitta tiende a elegir los estilos físicamente exigentes, como ashtanga, centrándose a menudo en retarse para conseguir ciertas posturas, dejando en segundo lugar la flexibilidad y la meditación. Es competitivo con los demás y/o consigo mismo.

Todo lo que entra en contacto con el fuego de Pitta, sean personas o cosas, se transforma. ¡Motiva y enciende los ánimos! Le dejas a un Pitta equilibrado en un lugar horrendo y en un par de semanas, el ambiente estará ordenado y decorado con todos los colores bien conjuntados. 

Tiene el don de ver la estética y crear la armonía visual, sea combinando colores o componiendo una foto. Suele ser muy coqueto a la hora de vestir, dentro de cualquier estilo. Si hay algo visual disonante lo ve, así que si tu pareja es Pitta, ya te habrás dado cuenta que te espera arreglada y bien conjuntada para las citas 🙂

Pitta normalmente se destaca por su gran capacidad intelectual. Ama el conocimiento, ordena y esquematiza lo aprendido con facilidad. Aunque tiene la tendencia de encerrarse en la lógica y en tener razón, olvidando escuchar a su corazón. 

La vida de Pitta muchas veces se parece a una carrera de obstáculos y retos que se propone a superar. Tiene una capacidad excelente de concentración, si fija un objetivo y va a por él y sí termina lo que empieza. El peligro aquí es que en su carrera tras el objetivo muchas veces deja de ver todo lo demás a su alrededor, incluídos los sentimientos de sus seres queridos y sus propias necesidades. 

Todo lo que no sirve para su meta, le parece a menudo un estorbo, empezando por sus propios sentimientos y avisos de su cuerpo para que afloje un poco el ritmo. Para Pitta “no hay dolor” hasta que se cae sin aliento. Sobra decir que los deportes de riesgo son su hábitat natural. Su digestión de joven funciona como un reloj cuando está equilibrado, puede “digerir piedras” y las combinaciones improbables de comidas. Aunque sus excesos y sus emociones no atendidas suelen aparecer en la madurez en forma de úlceras, acidez excesiva, irritación intestinal, todo tipo de erupciones en la piel, inflamaciones etc. 

Pone mucha pasión en todo lo que hace y suele ser muy exigente y perfeccionista consigo mismo y con los demás. Esa intensidad a menudo encuentra salida en forma de sarcasmo, los juicios o el enfado.

Sin embargo, un Pitta que aprende a manejar la intensidad de sus propias tormentas y gestionar su ira, canalizando esta energía  para los fines benéficos, es capaz de transformar el mundo. 

El día que mire hacia su interior y en vez de decir “me dió rabia”, se pregunte: “¿qué me dolió?” empezará su camino de liberación. 

Los Pitta que entiendan  que la transformación puede darse sin forzar las cosas, soltando el control excesivo y recuerden que el objetivo nunca es más importante que las personas y el Amor, llegan a ser auténticos líderes. 

¿Reconoces a alguien?

KAPHA DOSHA: TIERRA Y AGUA

Antes de tomar cualquier decisión importante o decir algo serio, Kapha se preguntará cómo le afectará eso a los sentimientos de sus seres queridos. Y si tu pareja es Kapha, más te vale cuidar tus palabras, porque tiene una excelente memoria a largo plazo y te puede recordar tu frase exacta años más tarde.

Un Kapha en equilibrio está entregado a su gente, es este compañero leal al que puedes venir y contar lo que te pasa, te escuchará pacientemente, te limpiará los mocos si es necesario y te dará un gran abrazo. Es muy empático, pero al contrario de Vata, no le afectan tanto y no le sacan del equilibrio las emociones de los demás. Por eso muchas veces los Kapha eligen profesiones que requieren sostener al otro, cómo la enfermería, etc. Es capaz de mantenerse como una roca en medio del caos de los sentimientos y las tormentas de los demás, pero muchas veces se ve inundado por sus propias emociones. 

Lo de no saber soltar las emociones va muy unido a su congestión frecuente en el pecho, pulmones, garganta y cabeza. No es raro que Kapha se sienta “nublado” o desmotivado. El agua de los sentimientos se estanca en su tierra a veces y le cuesta expresar lo que siente y sacarlo fuera. La retención de líquidos y pesadez pueden acompañarle desde pequeño. 

No le pidas a Kapha levantarse temprano o moverse demasiado, le encanta estar sentado, o mejor tumbado sin hacer nada. Kapha es un gran depósito de energía y no la malgasta en vano. “El estrés, ¿eso qué es?»

Kapha camina, habla y digiere la comida despacio, procesa la información nueva lentamente. Le cuesta estudiar al principio, pero lo que haya aprendido, no hay quién se lo saque de la cabeza.

Kapha habita cada célula de su cuerpo robusto y resistente y es el más adaptado de los 3 doshas para la vida material. Disfruta de lo cotidiano, especialmente si es algo sabroso. Le gusta cocinar e invitar, pero más aún le gusta comer. La falta de movimiento y los apegos se traducen muchas veces para Kapha en excesos. Su frustración con el peso empieza a veces ya en la adolescencia. 

El desapego es un gran reto para Kapha, su casa recuerda a menudo un almacén petado hasta arriba dónde todo es “absolutamente imprescindible” (!), hasta la bici rota que le regaló su abuelito para sus 5 años. Porque para Kapha las cosas son recuerdos, son sus lazos con las personas a las que quiere.  Y lo más probable es que si se pone a ello, sabe reparar la bici y todo lo que quiera, porque suele tener el don y la paciencia para arreglar lo roto y unir lo separado. ¡Cuántas familias se sostienen en estos lazos invisibles que crea Kapha, teniendo mil detalles con todos y acordándose de las fechas importantes y los platos favoritos de todos!

La energía Kapha es la fuerza anabólica del cuerpo que controla la formación de las células, hablando en castellano, es un dosha que tiene gran potencia sexual y la capacidad de procrear. Sin embargo, no es una fuerza fogosa, ni invasiva, más bien te va ganando con su voz profunda, su mirada suave y su actitud servicial y calmada.

Son seres muy amorosos y emocionales, te mandan mil corazones y besitos para terminar la conversación. Te envuelven con su presencia, cosa que al desapegado Vata y al racional Pitta le puede resultar “demasiado”. Pero muchos vuelven a este puerto tranquilo buscando descanso en la estabilidad y la calma de un cariñoso Kapha. 

¿Reconoces a alguien?